Un recordatorio para mí mismo

He pasado años intentando ser “suficiente” para los demás.

Lo suficientemente bueno. Lo suficientemente inteligente. Lo suficientemente callado.

Un día, me miré en el espejo y pregunté: “¿Y si dejara de intentar encogerme?”

Hice un anillo sencillo, con las palabras: “Ya soy suficiente.”

Ahora, cuando dudo de mí mismo, miro hacia abajo y lo recuerdo.

noticias relacionadas

contact us

Find What You Need

contáctenos

Encuentra lo que necesitas